El 23 de diciembre, aclara, es la fecha
exacta en que termina el ciclo del calendario de "Cuenta Larga" de los
mayas y sólo representa el fin de una Era, tal y como está inscrito en
una estela de piedra hallada en el sitio arqueológico de Tortuguillo, en
el estado de Tabasco.
"Termina un ciclo y empezará otro, de
tal manera que no existe esa visión apocalíptica de que éste es el
final, final y se acabó. Esa es una visión que nos vino de Europa, de
una tradición judeo-cristiana en donde el paso del tiempo está regido
por los libros de la biblia; en donde el mundo empieza en el génesis y
termina en el apocalipsis, y después del apocalipsis ya no hay nada.
"En el caso de las culturas de
Mesoamérica esto no tiene sentido, esto nunca se vio así", asegura
tajante el investigador en sus oficinas del Museo Universum, en Ciudad
Universitaria.
El astrofísico añade que en muchos
momentos de la historia se ha hablado del fin de los tiempos y nunca ha
pasado nada. "Ha habido estas visiones apocalípticas en muchos momentos
de la historia. Hay momentos importantes, cuando se pasó de 1800 a 1900
también se habló del fin del mundo.
"Cuando pasamos de 1900 al 2000
igualmente se predijo que se acababa el mundo y, bueno, a lo largo de
estos años prácticamente cada año hay una visión apocalíptica, pero no
pasa nada, porque básicamente todas estas son fantasías", explica.
Al igual que otros investigadores y
científicos consultados por Notimex, José Franco, director general de
Divulgación de la Ciencia, reitera que la vida en el planeta va para
largo, por lo que la gente no debe caer en pánico.
"En vez de angustiarnos, debemos
celebrar y estar muy orgullosos de que tenemos una herencia muy rica
basada en el conocimiento del cielo.
"La vida en la tierra está regida por la
energía que recibimos del Sol. El Sol tiene unos cuatro mil 500
millones de años de existencia, al igual que la Tierra; y a lo largo de
todo este tiempo hemos recibido energía de Sol para mantener la vida en
la Tierra".
Vamos a seguir teniendo esa energía del
Sol durante los próximos cuatro mil 500 millones de años; entonces, "yo
creo que en un horizonte de cuatro mil 500 millones de años no espera
uno que haya un fin del mundo, porque tenemos garantizada la energía por
el Sol".
Franco afirma que con la difusión del
mito del fin del mundo atribuido a los mayas, no todo es malo, pues el
mundo ha vuelto la mirada hacia México, hacia una civilización de
inmensa importancia que legó sabiduría y hacia el conocimiento
científico.
"Me da muchísimo gusto que este tipo de
noticias atraigan la mirada hacia México; por un lado hacia una cultura
importantísima, como fueron los mayas; y por otro lado hacia el
conocimiento científico, porque al fin de cuentas, el que haya este tipo
de inquietud en la población y en el mundo, nos permite decir que
sabemos lo suficiente sobre astronomía", acota el presidente de la
Academia Mexicana de la Ciencia.
José Franco puntualiza en la entrevista
con Notimex que alrededor de la falacia del fin del mundo se han creado
grandes negocios en el ámbito turístico, en el literario y hasta en el
cibernético.
"Este mito ha generado toda una
industria con negocios redondos, programas televisivos amarillistas,
libros new age, de autores como Frank Water; las agencias de viajes
ofrecen paquetes para visitar los lugares de la civilización Maya, en
suma todo un negocio capitalista que no tiene nada que ver con el mundo prehispánico", concluye.
www.sdpnoticias.com/tecnologia/2012/12/19/teoria-del-fin-del-mundo-es-una-concepcion-judeo-cristiana-no-maya